martes, 1 de noviembre de 2011

Un final feliz para "El elegido"

ANDRES Y MARIANA, encuentran un final feliz en el ultimo capítulo de El Elegido.
 La noche del lunes sería la ultima para El Elegido, la novela protagonizada y producida por Pablo Echarri. Por supuesto, el bien triunfa sobre el mal. Era una profecía que se autocumpliría, a pesar de todas las vueltas que pudiera dar la historia en el transcurso de su trama. Ya lo decía el poema de Borges con el que comenzó y cerró esta historia de antihéroes convertidos: "El camino es fatal como la flecha, pero en las grietas, está Dios, que acecha".
Como en toda novela, este último capítulo fue algo previsible. Sin embargo, ningún histórico seguidor hubiera optado por perderse ver todo lo que esperó durante tantos capítulos. La historia de amor debía cerrar con un broche de oro: Mariana, (Paola Krum), meciendo al nuevo hermanito de Alma, junto a su amor, Andrés (Pablo Echarri), convertido ya en juez y en un hombre muy diferente al del comienzo de la saga.


Pero antes, el camino del héroe debía superar los embates del destino prefijado. Como en una leyenda mística, Andrés y Mariana se ocupan de unir la estrella de la logia comandada por Logroñeses (Daniel Fanego), con el mágico tótem de los pueblos originarios. Sólo entonces, el futuro se abre luminoso para la humanidad y nuestros nuevos héroes encuentran la escena apropiada para amarse.
Entre tanto, los villanos debían recibir su merecido. Tras ser herida por su propia hija, Verónica San Martín (Leticia Brédice) intentaba cargar contra Mariana, cuando Nevares Sosa (Lito Cruz) se encargó de ultimar a su protegida: "Buen viaje, hija", le dijo Oscar, para después clavarle una daga
Por su parte y después de liberar a Alma de su secuestro, Andrés encuentra frente a Nevares Sosa la oportunidad para su redención final: "Mil veces soñé con matarte, pero vos sabés que no somos lo mismo", rezó el abogado, a quien fuera su más valioso mentor.
La muerte hubiera sido una salida fácil para el temible Oscar Nevares Sosa. Sin embargo, el personaje completó su propio círculo; frente a sus ojos pasó la caída de su imperio tan anhelado y también el suicidio de su hijo David (Luciano Cáceres). Sobre el final, quedó sólo acompañado por sus viejos fantasmas y fue encerrado en el mismo manicomio donde él recluía a su ex mujer.
Greta, (Mónica Antonópulos) se casó con Paloma (Leonora Balcarce) y juntas quedaron a cargo tanto del estudio de Nevares Sosa, como del bebé de David. En tanto, Octavio (Ludovico Di Santo), ya recuperado de su adicción, esperaba un bebe junto Érica (Calu Rivero).
Un final feliz y justiciero. Quizás demasiado feliz, para una historia que se animó a ser sórdida, intricada y protagonizada por un antihéroe que, a pesar de todo, logró redención. ¿El aditamiento final? En la última escena, Alma descubrió un extraño mandala con forma de estrella y de pronto aparece "alguien" que la hace temblar…

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